Si hay un apartado de la producción que define la excelente calidad artística de la Real Fábrica, este es sin duda el de las placas ornamentales.
De diferentes formas y formatos (ovaladas, rectangulares, achaflanadas, lobuladas; rodeadas de rocallas, mascarones o peinetas, o sin ningún tipo de ornamentación externa), las láminas (cómo se denominan también en la documentación de la época) son verdaderas joyas pictóricas sobre cerámica a la altura de los lienzos o las tablas de temática religiosa coetáneos.
En el Museo, además de algunas pequeñas placas ornamentales, tenemos la suerte de exponer las únicas 4 estaciones del Vía Crucis original del Calvario de l'Alcora que se conservan en la actualidad, datado hacia 1775 y propiedad de la Parroquia de la Asunción. Dibujos basados en los grabados de F. Dubercelle realizados en París durante la primera mitad del siglo XVIII, a los que los pintores de la Real Fábrica añaden una apropiada policromía y el toque personal de la pincelada maestra.
En el Museo, además de algunas pequeñas placas ornamentales, tenemos la suerte de exponer las únicas 4 estaciones del Vía Crucis original del Calvario de l'Alcora que se conservan en la actualidad, datado hacia 1775 y propiedad de la Parroquia de la Asunción. Dibujos basados en los grabados de F. Dubercelle realizados en París durante la primera mitad del siglo XVIII, a los que los pintores de la Real Fábrica añaden una apropiada policromía y el toque personal de la pincelada maestra.